Por José Valle
A Julio Martel tuve el placer de conocerlo y tratarlo bastante, solíamos reunirnos junto a Oscar Ferrari en el emblemático Café de París ubicado en la barroca esquina de Azcuénaga y Melgar en el barrio de Vicente López, Martel era un hombre sumamente elegante, gentil, siempre de muy buen humor. Era muy popular en su querido barrio, todos lo conocían y lo saludaban y hasta algunos se instalaban en la mesa y se quedaban charlando.
Julio Pedro Harispe era su nombre verdadero, nació el lunes 14 de mayo de 1923 en Baigorrita un pequeño y bello pueblo que debe su nombre al último cacique Ranquel, perteneciente a General Viamonte.
Cuando Julio tenía alrededor de 5 años la familia se mudó a la localidad de Caseros, su padre dirigía el mercado comunal y por la noche también se ganaba la diaria como carrero.
Hasta que, en el año 1936, se mudan a Munro en el partido de Vicente López, el que en definitiva sería el barrio de toda su vida. Allí comienza a cantar con su nombre real acompañado por los guitarristas Hernández y Vega, actuando en el cine-teatro Magazzine y Cine Atalaya entre otros lugares de la zona.
En 1941 siendo aún menor de edad (por ello su madre firma el contrato) ingresa a la orquesta de Juan Giordano con la que realiza temporadas de verano en el Hotel Hurlingham de Mar del Plata que estaba ubicado en Boulevard Marítimo Peralta Ramos 4063 con salida a la calle Gascón y de invierno en el City Hotel de la calle Bolívar 160 de Buenos Aires.
Comenzando el año 1943 el contrabajista Roberto Vivas, compañero en la orquesta de Giordano, le avisó que Radio El Mundo estaba buscando cantores para la orquesta de Alfredo De Angelis, realizó una prueba con el pianista Juan Larenza y lo eligieron entre doscientos participantes.
En el mítico bar “Mi Refugio” lindante a la emisora se fue a tomar unas copas con el glosador y letrista Néstor Rodi, también secretario de la orquesta de De Ángelis, pidió un coñac francés “Martell” y el querido gordo Rodi le dijo al cantor: “Así te vas a llamar desde ahora: Julio Martel”.
Debutó en el palco del Café Marzzotto junto al “Tata” Floreal Ruiz, interpretando el tango de Benjamín Holgado Barrio y Luis Castiñeira “No creas”.
Al poco tiempo se incorpora a la orquesta el reconocido y veterano cantor Carlos Dante y juntos entraron a la historia grande del tango.
El 1° de abril de 1946 nace un clásico de la radiofonía el “Glostora Tango Club” emitido por Radio El mundo… la cita obligada de la juventud triunfadora, donde la orquesta de Alfredo de Ángelis junto a sus cantores Dante y Martel interpretaba en vivo tres tangos en el auditórium principal de la radioemisora; aquel primer programa Carlos Dante cantó “La brisa”, seguido por Julio Martel con “Misa de 11” y a dúo “Soñar y nada más”. El programa hizo a la orquesta y sus cantores sumamente populares.
Martel abandonó la orquesta de De Ángelis a principios de 1951, dejando ochenta temas grabados 63 solo y 17 a dúo con Dante, entre ellos verdaderas joyas del género como “Qué buena es”, “Va llegando gente al baile”, “Altar sin luz”, “Por eso grito”, “Hoy al recordarla”, “Rosicler”, “Ivón”, “El mayoral del tranvía”, “Rendido”, “La vida me engañó”, “Chorra”, “La novia ausente”, “Jirón porteño”, “El ciruja”, “Atenti pebeta”, “Tus palabras y la noche” y “Pregonera”, “Pastora” y “Remolino” a dúo con Carlos Dante.
Inicia su carrera como solista recorriendo Chile, Brasil y Uruguay con gran éxito.
Al regresar a la patria actúa junto a Roberto Chanel y la orquesta dirigida por el bandoneonista Oscar Castagniaro, presentándose en varias emisoras radiales y locales nocturnos porteños y del interior del país.
Auspiciado por la firma de pinturas “Colorín” retoma su carrera solista acompañado por una orquesta dirigida por el violinista Américo Podestá, grabando para el sello discográfico Odeón los temas “Pobre colombina”, “Por qué no has venido”, “Lechuza” y “Fueron tres años”.
Efectúa una gira por latinoamérica, logrando gran suceso en Colombia, donde llegó a grabar con una orquesta liderada por el pianista, director, arreglador y compositor bahiense Armando Lacava, para el sello Sonolux de Medellín.
El 20 de diciembre de 1959 decide retirarse de la actividad artística, actuando en el club Santa Elena de la ciudad de Luján.
Julio Martel fue un gran cantor, poseía un fino y único fraseo, voz varonil, mucha pinta y elegancia y estirpe netamente gardeliana.
Incursionó en el cine en la película “El cantor del pueblo” (1948) donde acompañados por la orquesta del colorado de Banfield, interpreta con Carlos Dante “Pregonera” y al año siguiente protagonizó junto a Graciela Lecube, Héctor Ferraro, Héctor Gagliardi y María Esther Buschiazzo “El ídolo del tango” por Héctor Canziani sobre el guion de Alfonso Gárgano.
Fue asesor cultural en el Municipio de Vicente López y en su querido terruño de Munro una plazoleta lleva su nombre, ubicada entre las calles Vélez Sarsfield, Fleming y Carlos Calvo.
Julio Martel falleció el jueves 19 de febrero de 2009, a los 85 años.