Por José Valle
Rodolfo Biagi nació el 14 de marzo de 1906 en una vivienda ubicada a metros del cruce de Chacabuco y Estados Unidos en el barrio de San Telmo, Ciudad de Buenos Aires. Su infancia no se diferenció en nada a la de otros pibes, los juegos comunes y la pelota de trapo en el baldío de la esquina que ya no está.
Se recibió de maestro en el colegio Mariano Acosta ubicado en la calle General Urquiza 277 en el barrio de Balvanera.
Comenzó a estudiar música de pibe aunque sus padres se oponen, no comprendían esa incurable afición ya que en la familia no había antecedentes al respecto.
El joven Rodolfo tanto insiste que sus padres le compran un violín y comienza a estudiar música con el profesor Francisco Rivara, en el conservatorio de música de La Prensa, que dirigía la señora María Rosa Farcy de Montal.
Rivara no tardó en descubrir que la verdadera inclinación de Biagi era el piano y su pasión el tango. A tal punto que ya a los trece años debutó en público, en el Cine Colón de la calle Entre Ríos, donde amenizaba los entreactos y, además, ponía música durante la proyección de las películas mudas creando el clima necesario.
Un día apareció Juan “Pacho” Maglio en el cine y le ofreció incorporarse a la orquesta para actuar en la catedral del tango, El Nacional, luego pasaron al mítico Café Domínguez de calle Corrientes (entre Paraná y Montevideo) por donde pasaban todos los personajes de la bohemia porteña.
Más tarde, pasa por las orquestas de Miguel Orlando junto a Elvino Vardaro y Cayetano Puglisi, que tocaban en el Maipú Pigall, Juan Bautista Guido y Juan Canaro, con quien realizó una gira en Brasil.
Conoce al actor y cantante Juan Carlos Thorry con quien compone el maravilloso tango “Indiferencia”.
José Razzano lo invita para grabar nada más y nada menos que con Carlos Gardel para el sello Odeón. En esas grabaciones su piano se luce acompañado por las guitarras de José María Aguilar, Carlos Cabral, Julio Vivas y Ángel Domingo Riverol y el violín de Antonio Rodio. La grabación se realizó en el estudio de Max Glucksmann ubicado en Santa Fe casi esquina Callao. Algunas de esas joyas musicales todavía hoy las podemos apreciar: “Viejo smoking”, “Buenos Aires”, “Aquellas farras”, el vals “Aromas de El Cairo” y el fox trot “Yo nací para ti, tú serás para mí”. Cuando Gardel veía ensayar a Biagi, manifestaba riendo: “Pero, pibe, ¿cuántos dedos tenés?”.
Rodolfo Biagi recordaba su grabación con el Zorzal criollo manifestando “Recuerdos tengo muchos, pero conservo uno que para mí tuvo una gran significación, porque me demostró su grandeza espiritual y su generosidad. Yo no andaba bien económicamente, entonces hablé con Razzano por si me podía dar un adelanto, éste no tuvo problema y me lo dio. Así pude salir de algunos aprietos. Pasaron los ensayos, los cambios de opiniones, la convivencia me dio más pautas para valorar a Gardel y finalmente grabamos. Cuando Razzano nos pagó, no estaba mi descuento. Lo comenté frente a Carlos y fui a devolver el dinero, entonces saltó Carlos: «No tiene importancia pibe, tu trabajo lo vale y eso te lo has ganado en buena ley». Ese gesto comprometió para siempre mi gratitud y reconocimiento.”
En diciembre de 1935 se incorpora a la orquesta de Juan D’Arienzo en reemplazo del talentoso y bohemio pianista uruguayo Lidio Fasoli.
Respecto a su estilo, fue único y revolucionario al piano en un plano distinto al que se había empleado en las orquestas típicas, exclusivamente de acompañamiento. Y cuando llegó a la orquesta de D’Arienzo pudo materializarlo.
La orquesta del rey del compás actuaba en el cabaret Chantecler, en LR1 Radio El Mundo, en bailes de clubes, en exitosas giras y actuó en la película “Melodías Porteñas” interpretada y con guión de Enrique Santos Discépolo. Su actuación con la orquesta dejó 71 registros discográficos.
En 1938, formó su propia orquesta para debutar en Radio Belgrano, el jefe de publicidad de la firma Palmolive, el señor Juan Carlos Bergeroc, lo bautizó “Manos Brujas”. Debutó el 16 de septiembre en El Marabú y a los quince días en Radio Belgrano, allí estuvo 20 años. Hubo en el medio una breve temporada en Radio Splendid.
Su primer cantor fue Teófilo Ibáñez, Andrés Falgás, Jorge Ortiz, Alberto Amor, Carlos Saavedra, Hugo Duval, Carlos Heredia, Alberto Lago y Carlos Almagro.
Durante su trayectoria, Biagi tuvo la colaboración de destacados músicos. Entre los bandoneonistas figuraron: Alfredo Attadía, Miguel Bonano y Ricardo Pedevilla. Como violinistas estuvieron Marcos Larrosa, Claudio González y Oscar de la Fuente, quien además fue su arreglador.
A pesar de ser pianista, también contó con un ejecutante de ese instrumento. Fue Juan Carlos Giampé, quien los domingos lo reemplazaba en la radio para poder asistir al hipódromo, era fanático del “deporte de los reyes”.
Durante 17 años grabó para el sello Odeón, luego pasó a Columbia y finalmente a Music Hall.
Su obra como compositor fue muy popular. Compuso el tango instrumental “Cruz diablo”; con letra de Carlos Bahr los valses “Amor y vals”, “Como en un cuento” y el tango “Humillación”; con Francisco Gorrindo los tangos “Gólgota”, “Magdala” y “Por tener un corazón”; junto a Homero Manzi las milongas “Campo afuera” y “Por la güella”; en colaboración con Rodolfo Sciammarella el tango “Dejá el mundo como está”; con Carlos Marín “Oh, mama mía” (tango).
En la televisión tuvo una gran presencia y fue estrella del programa Casino Philips, por Canal 13.
La última vez que Biagi actuó ante su público fue el 2 de agosto de 1969, en el Hurlingham Club.
Falleció a los 63 años, el miércoles 24 de septiembre de 1969.