Por José Valle1
CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE RAÚL BERÓN “EL CANTOR DE ORQUESTA”
Para muchos eruditos del tango, Raúl Berón es, después de Carlos Gardel, el mejor cantor de tangos de la historia; en mi concepto creo que está en un lote de 5 o 6 grandes vocalistas (Charlo, Oscar Alonso, Roberto Goyeneche, Floreal Ruíz, Alberto Castillo) que se disputan el segundo puesto del podio. De lo que no tengo dudas es que Berón fue el mejor cantor de Orquesta que dio el tango: de prosapia bien gardeliana, tenía un único y exquisito fraseo, sumado a la dulzura de su voz con un tinte nostalgioso, por su savoir faire -como dicen los galos- se adaptaba con facilidad a las distintas formaciones orquestales que integró.
Nacido en Zárate el 30 de marzo de 1920 en una familia de músicos, su padre fue Manuel Berón, un eximio guitarrista, y sus hermanos, Adolfo, Elba, Rosa y José Berón grandes cantantes.Ya en Buenos Aires lo escucha cantar el mítico José Razzano, queda maravillado con el joven zarateño y se convierte en su padrino artístico.
A los diecinueve años, en el año 1939, debutó en la orquesta de Miguel Caló en la boite Singapur que estaba en calle Montevideo entre Corrientes y Sarmiento. Dejo exquisitas grabaciones con esta formación como “Al compás del corazón”, “Lejos de Buenos Aires”, “Tristezas de la calle Corrientes”, “Trasnochando”, “Azabache” y” El vals soñador”.
Pasó por la efímera orquesta del genial Orlando Goñi donde conoce al bandoneonista Luis Bonnat con quien se hacen grandes amigos; es así que Beron visitaba muy seguido Bahía Blanca y durante largas estadías. Cuando fallece Goñi en Montevideo es Berón quien se encarga de todo lo referido a la repatriación de los restos del díscolo genio del piano, a quien le tenía gran afecto y admiracion.
A fines de 1942 se incorpora a la orquesta de Lucio Demare dejando grabaciones magistrales de temas como temas como “El pescante”, “No nos veremos más”, “Una emoción”, “Moneda de cobre”, “Que solo estoy”, “Pena de amor”, “Y siempre igual”, “Luna”, “Oigo tu voz” y “Tal vez será mi alcohol”, convertido en “Tal vez será su voz” tras la censura del régimen militar iniciado en 1943.
En 1943 participó cantando en la película “Todo un hombre” dirigida por Pierre Chenal, con guión de Ulyses Petit de Murat y Homero Manzi, adaptando la novela “Nada menos que todo un hombre” del gran Miguel de Unamuno. Se lucían en dicha película los actores Francisco Petrone, Amelia Bence, Florindo Ferrario, Guillermo Battaglia y la bella Hilda Thamar.
Entre los años 1946 y 1949 integra la orquesta de Enrique Francini y Armando Pontier dejando registradas en el disco verdaderas joyas del género como: “Remolino”, “Y dicen que no te quiero”, “Camouflage” y “Uno y un”o, además de excelentes versiones a dúo con Raúl Iriarte y Alberto Podestá.
Con esta formación, en 1948, graba un corto musical interpretando de manera excepcional el tango “Cafetín” de Homero Expósito y Argentino Galván.
A mediados del año 1951 es tentado para ingresar a las orquestas de Don Carlos Di Sarli y a la de Aníbal Troilo, eligió incorporarse a la de Pichuco porque había sido el primero en ofrecérselo. Con el Bandoneón mayor de Buenos Aires dejó versiones finísimas de “Ivette”, “De vuelta al bulín” ,“Discepolín”, “NP” (No place), “Mensaje”, “El choclo”, “Cualquier cosa” y “Milonga del mayoral” a duo con Jorge Casal.
En 1952 dobla la voz de Jorge Salcedo en los cantables del filme “Mi noche triste”, dirigida por Lucas Demare según su propio guion, sobre la vida del poeta Pascual Contursi y que tuvo en roles protagónicos, además del ya mencionado Salcedo, a Diana Maggi, María Esther Gamas, Blanca del Prado, Jacinto Herrera y Aníbal Troilo.
A partir de 1955 inicia su carrera como solista, a excepción de un reencuentro en 1963 con Miguel Caló.
Fue acompañado en varias actuaciones y programas radiales por el violinista, arreglador, director y compositor chivilcoyano Argentino Galván.
En 1968 grabó, con guitarras, para el sello Show Records, que había fundado el periodista, difusor e investigador de la historia del tango y conductor radial Oscar del Priore.
Raúl Berón se nos fue el lunes 28 junio 1982.
El Pianista, bandoneonista y director Roberto Siri, que acompañara regularmente a Berón en su etapa de solista, compuso un tema dedicado a él con letra de Martha Pizzo.
El último gran “diseur “del tango, el querido Luis Cardei, me manifestó más de una vez, en esas entrañables sobremesas de charlas y excelente bourbon en “La Churrasquita” (Av. Corrientes al 1200, hoy desaparecida): “Vos sabes que soy gardeliano de alma, pero siempre admiré y aprendí mucho de Raúl Berón”.
1El autor es historiador de tango, escritor, productor cultural.